El Feng Shui y el Chi
Por Lucía BoeroPor Lucía Boero
“El Viento es el que lleva el Chi, el Agua es la que contiene el Chi”, Guo Pu.
Luego, el Feng Shui es el arte del flujo y la contención del Chi.
La esencia del Feng Shui, cuyo significado literal es Viento y Agua, es la correcta circulación del Chi. El Chi (Qi) es conocido como la fuerza vital, el “aliento del dragón”. Aunque es difícil de definir, se puede considerar como la energía vital que sostiene todas las cosas.
Casi todas las culturas tienen una palabra para expresar este concepto. En hebreo, es el Ruah (espíritu, viento o hálito). En japonés, se emplea el término Ki, de suma importancia en las artes marciales y en la meditación. En sánscrito, se conoce como el Prana.
Así, muchas culturas tienen conocimiento y manejo del Chi.
Para los chinos, existe un Chi en toda cosa viviente y no viviente. En el cielo, hay Chi Celestial; en la tierra, hay Chi Terrestre; y en los hombres, hay Chi Vital.
El Chi Celestial es la energía cósmica que mantiene unido al Universo. Y nos habla de cómo la posición de los planetas y las estrellas en el momento de nuestro nacimiento pueden marcar nuestro destino: es la ciencia de la Astrología. También es la influencia climática, como la luz solar, la lluvia, el viento, el frío y el calor.
El Chi de la Tierra viene de las formas que modelan nuestro entorno, ya sean naturales o hechas por el hombre: las montañas, la vegetación, los ríos y los valles o las construcciones en que vivimos, formas, colores, distribución, diseño. También son los campos magnéticos de la tierra, fácilmente medibles con una brújula, un aspecto importante del auténtico Feng Shui.
El Chi del hombre es el Chi Vital. Según la medicina china (la acupuntura), el Chi Vital circula en nuestro cuerpo a través de los meridianos. Cuando el Chi se estanca, vienen las enfermedades y el acupuntor actúa para reestablecer el flujo armonioso del Chi. El Chi del hombre es también nuestra personalidad, nuestros ideales, nuestros pensamientos:
la influencia cultural, política y social; la familia, la pareja con que vivimos, los vecinos,
las actividades humanas de nuestro entorno.
En los estudios de Feng Shui, el Chi comprende múltiples significados y hay que aprender
a reconocerlo en sus diferentes cualidades. No se puede reemplazar simplemente por la palabra “energía”. De hecho, es más que energía y se debe conocer en sus diferentes cualidades.
El Feng Shui estudia qué tipo de Chi llega a una casa según su orientación magnética, cómo ese Chi recorre la casa a través de habitaciones y pasillos, entrando y saliendo por puertas y ventanas, dónde se acelera o estanca y cómo puede corregirse ese flujo energético con la correcta aplicación de los Cinco Elementos y sus ciclos, que son las verdaderas “curas” del Feng Shui. Una casa correctamente armonizada con Feng no necesita de extraños objetos chinos, espejos “baguas”, flautas chinas o cristales facetados, pero se percibe la armonía entre las personas y su espacio.
Chi Positivo y Chi Negativo
El Chi puede ser positivo o negativo. Existe el Sheng Chi, que es el Chi positivo, que da vida y se mueve en forma ondulante. Cuando el Chi fluye positivamente, las personas disfrutan de una existencia armónica. Por otro lado, existe el Sha Chi, que es el Chi negativo. Este debilita y se mueve en línea recta. Cuando una casa tiene un Sha Chi, es porque el Chi
está estancado o se ha acelerado. Las personas tendrán problemas en su vida cotidiana, en salud, en sus metas o relaciones.
No es necesario tener un sexto sentido para revisar el Chi de un lugar. Basta que observemos con nuestros 5 sentidos. Cuando la tierra es fértil y vemos árboles frondosos, césped verde y un jardín que florece, eso es síntoma de buen Chi. Un lugar lleno de
malezas o la tierra gastada por la erosión, árboles débiles son signos de Sha Chi. El agua limpia, moviéndose en forma serpenteante trae buenos augurios, no así el agua estancada, contaminada o una corriente muy rápida. Animales salvajes o domésticos sanos, canto de pájaros significan buen Chi. Mientras que la presencia de ratas o perros flacos y de feo aspecto son muestras de mal Chi. Cuando una casa está limpia, ordenada, con luz y ventilación adecuada, y las personas tienen amor y alegría, hay un Sheng Chi. Por el contrario, una casa desordenada, oscura, donde reina el conflicto y las discusiones,
tiene un Sha Chi.
También debemos considerar el entorno humano. El Feng Shui no le recomendaría una casa que esté al frente o cerca de un lugar conflictivo relacionado con la violencia, la muerte, el dolor o la enfermedad, como un hospital, un cementerio, un matadero, un burdel, una estación de policía. Totalmente opuesto serían lugares con buen Chi, como un parque, una plaza, un jardín infantil, una biblioteca, lugares de servicio público, una casa de la cultura, un centro vecinal o un lugar de medicina alternativa o crecimiento personal.
Flujo y bloqueo del Chi:
En exteriores
- Cuando encontramos grandes edificios muy cerca unos de otros, sin espacio para la luz solar y la brisa, se está bloqueando el flujo del Chi.
- Una estructura en ángulo recto apuntando hacia el frente de una casa está creando un Sha Chi llamado «flecha venenosa».
- Una calle ciega hace una línea recta: un flujo de Sha Chi justo hacia la casa del fondo.
- Un árbol o poste de alumbrado frente a la puerta de una casa bloquea el paso del Chi nutritivo hacia la casa.
- Calles en forma de «T», el Chi se transforma en el negativo Sha. La calle de fondo recibe una mala energía. Esto mismo se aplica a las calles ciegas.
- Una casa situada en la cima de una colina no tiene protección por ninguno de sus lados.
- Una casa en la ladera soleada de la colina recibe la luz y el calor solar y su espalda está protegida por la montaña.
- Camino recto hacia la casa transforma el Chi en Sha. Camino Serpenteante atrae el Chi positivo. Árbol bloqueando el flujo del Chi.
En interiores
- El Feng Shui prefiere las formas estables. Una casa cuadrada o rectangular produce estabilid
ad y equilibrio. Las formas irregulares con estructuras duras que sobresalen traen desarmonía y problemas.
- Un espacio recargado de muebles y objetos pesados interrumpe el flujo armonioso del Chi.
- El desorden y la suciedad son un Chi estancado en cualquier lugar de la casa.
- La puerta de entrada alineada con la puerta trasera acelera el paso del Chi que atraviesa en línea recta rápidamente la casa sin tiempo de alimentarla.
- Los pasillos largos son problemáticos; aceleran el flujo del Chi. Por lo mismo, hay que tener los pasillos bien iluminados.
- Una viga a la vista sobre una cama altera el flujo del Chi en un lugar donde pasamos largas horas descansando.
- El dormitorio pide un Chi tranquilo (Yin) que dé paso al descanso. Los colores suaves y la decoración discreta es lo adecuado. Los aparatos electrónicos como tv, computadores, equipos de sonido, teléfonos, etc. activan el Chi. No se recomiendan en la intimidad del dormitorio.
- Los objetos bellos producen buena energía. Es necesario revisar que las cosas que nos rodean nos inspiren un sentimiento de expansión y felicidad.
La práctica del Feng Shui es un estudio serio y complejo cuando se realiza profesionalmente. La comprensión y el manejo del Chi es sólo el primer paso para acercarnos a este poderoso arte de la sabiduría china.
¡Sheng Chi para todos!